A pura guapeza arrojo y bravura, como nos tiene acostumbrados el Jockey Juan Gómez, se produjo el desenlace de la carrera.
Es que en un comienzo todo fue de Escorpión quien inyectaba su veneno a sus rivales y salía disparado en las primeras escaramuzas del correteo.
Pero Nicole por los 150 despertaba en la carrera y comenzaba a descotar de manera sorprendente.
La ultima parte fue digna de ver porque la yegua de Roberto Pedrozo al cuidado de Jorge Gallardo allí en el stud El Qebracho en San José, no se guardó nada en el tanque y puso todo su combustible en pos del ultimo esfuerzo que dio sus frutos y mató en el disco para hacer delirar al Coloso Mesopotámico