De la mano del jockey Guillerm Bitencort, el potro de un monton de amigos, volvió a quedarse con una excelente victoria para seguir con su camino ascendente en su campaña.
Rápidamente supo resolver la ecuación fácilmente, en una cancha que ya lo había visto victorioso y desató una enorme algarabía entre sus muchos seguidores