La carrera fue sencillamente espectácular y se definió en el disco por mínima ventaja en una carrera de alta presición para el fotochart.
la pupila de Hugo Gallarraga que condujo Braian Alvez, se sostuvo al tremendo embate de Nochero que se pegó bien a los palos y alcanzó a salvar el pellejo tan solo por el canto de una uña