La carrera fue emocionante y de trámite cambiante, ya que Don Ernesto, fue el que hizo mucho mejor las cosas en el comienzo. Pero Ramiro Mijimi, jockey de Loco de Amor, supo sacar el máximo del caballo de Acosta y a pocos metros del final, torció el rumbo de la historia para alcanzar una festejada victoria