Una carrera fantástica de trámite cambiante y para que queden las manos rojas aplaudiendo.
En una primera instancia Talibán como que hacía mejor las cosas, pero en la media Cocodrilo mostraba su fortaleza y pasaba al frente pero por escasa ventaja.
Y en la parte final el potro al cuidado de Darío Rodríguez, en su stud Don Eliel, propiedad de Néstor Galarza y Félix Da Rosa el cual condujo Anderson Figueredo, echó el resto en el segmento final y le sacó del buche la victoria a un Cocodrilo hambriento